Mona O´Moore, fundadora del Centro Anti-Bullying en el Trinity College de Dublín y una de las ponentes de las III Jornadas sobre Menores en Edad Escolar: Conflictos y Oportunidades, que se han celebrado en Palma de Mallorca, considera fundamental la implicación parental para evitar no sólo adicciones a las nuevas tecnologías sino también conductas como el ciberbullying.

¿Qué se entiende por ciberacoso escolar?
-Es el acoso a través de teléfono móvil, mensajes, correos electrónicos, chats, redes sociales como Facebook o Myspace… El acoso a través de los dispositivos electrónicos.

¿Qué peligros conlleva frente al acoso tradicional?
-Puede afectar a todo el mundo, en cualquier lugar. No hay lugar seguro para ningún niño. Es muy problemático porque es anónimo, llega a todo el mundo y además es permanente, queda grabado.

Usando el título de su conferencia, ¿cómo tratarlo?
-Es un proyecto de toda la escuela, ha de implicar a todas las personas: profesores, niños, familias y a toda la comunidad. Además, la escuela no sólo debe centrarse en educar en las materias comunes, sino que ha de preparar a todas estas personas a enfrentarse al acoso escolar y al ciberacoso. La clave es educar, no controlar, ni censurar. No poner restricciones al uso del móvil ni de internet.

¿Qué incidencia tiene?
-En Irlanda están implicados el doble de alumnos en el tema del ciberacoso que en el acoso tradicional. Es un fenómeno emergente. Hablamos de un 18% del alumnado. Se produce más entre las chicas (un 10%) que entre los chicos (un 4%). El otro 4% se refiere a alumnos que están en los dos lados, como acosadores y como víctimas.

¿Es frecuente pasar de víctima a acosador?
-Se da sobre todo en los alumnos que tienen un carácter más problemático.

Fuente: Diario de Mallorca

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