El reciente estudio “Cyberbullying among Young People” (“Ciberbullying entre personas jóvenes”) ofrece una visión general sobre el alcance y las diversas formas de ciberbullying en los Estados miembros de la Unión Europea teniendo en cuenta la edad y el sexo de víctimas y agresores, así como el medio utilizado para realizar el acoso.
Encargado por la Dirección de Políticas de Derechos de los Ciudadanos y Asuntos Constitucionales a petición de la Comisión LIBE (Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior), el estudio ilustra las medidas legales y políticas adoptadas a nivel de la UE e internacional y define el papel de la UE en este ámbito.
Según datos del informe Net Children Go Mobile de 2014, el 12% de niños y niñas de edades comprendidas entre 9 y 16 fue víctima de ciberbullying; en 2011 esa cifra apenas alcanzaba el 6%. La Comisión Europea define el ciberbullying como hostigamiento verbal o psicológico continuado llevado a cabo por una persona o un grupo contra otras a través de servicios online o teléfonos móviles. El ciberbullying se entiende generalmente como el acoso que ocurre entre iguales en Internet.
No existe, sin embargo, una definición única de ciberbullying acordada internacionalmente o a nivel europeo, por lo que el estudio recomienda llegar a un acuerdo entre los distintos estados miembro para poder crear una definición oficial del acoso entre iguales en Internet. Esto aseguraría, según concluye el estudio, un entendimiento común del fenómeno entre todos los estados miembros, y posibilitaría compartir buenas prácticas y recomendaciones.
El estudio relaciona la evidencia científica con las políticas de intervención llevadas a cabo, y comparte diversas experiencias desarrolladas en varios estados de la Unión Europea. Las buenas prácticas compartidas en el estudio se agrupan en dos áreas: aquellas relacionadas con la sensibilización y la educación, y las que irían más enfocadas a la protección de la infancia. Una buena combinación de las dos es la que ofrece los mejores resultados, siempre y cuando se involucre también a niños, niñas y adolescentes como parte de la solución y no se les trate como meros objetos a proteger.
El estudio también desvela que ninguno de los 28 estados miembro tiene legislación civil o penal específica para el ciberbullying, por lo que las investigaciones tienen que girar en torno a delitos relacionados con la informática (revelación de secretos…), violencia (intimidación, amenazas…) o contra el discurso de odio y discriminación. Varios países aplican para este tipo de situaciones sanciones económicas.
Para combatir el ciberbullying, las estrategias más comunes a nivel europeo pasan por la creación de líneas de atención a víctimas, campañas de sensibilización, así como recomendaciones para centros educativos para atender los problemas de ciberbullying dentro de sus políticas y normas de convivencia.
El estudio completo se puede consultar en el siguiente enlace:
http://www.europarl.europa.eu/thinktank/en/document.html?reference=IPOL_STU(2016)571367