Comprender el ciberbullying requiere también saber circunscribirlo en la dimensión real que este problema tiene en la red, pues son muchas voces que piden no confundir las malas prácticas que pueden darse en Internet con Internet mismo.

Frente a un alarmismo de corte amarillista al que por desgracia tienden con creciente frecuencia los medios de comunicación, un colectivo de abogados estadounidenses ha elaborado un informe sobre sobre los riesgos de las redes sociales para los menores, concluyendo que la pederastia no es esa ‘madre de todos los problemas’ que se suele publicitar, “al menos no tanto como el riesgo de ‘bullying‘ (acoso escolar), tanto dentro como fuera de la Red, o incluso la búsqueda de sexo por parte de los menores con jóvenes debido a sus propias inseguridades”.

Esta conclusión apunta a una perspectiva que quizá pueda añadir elementos de análisis respecto al ciberbullying: quienes cometen ciberacoso han sido educados – o maleducados – fuera de la red, y desde esa perspectiva Internet es también un reflejo de lo que hay fuera de ella.

El fiscal de Madrid, Pedro F. Martínez García, asegura al respecto de ciberdelitos como el grooming o el intercambio de pornografía infantil: “Creo que Internet precisamente está posibilitando la detención de numerosos pederastas. Todos los días tenemos noticias de este tipo. Pero se tiene que ir mucho más alla, no basta con detener a quienes se bajan esos contenidos y terminar la investigación en ese momento. Es preciso seguir más allá y lograr detener a quienes suben los contenidos, e incluso a quienes elaboran el material. Eso implica la colaboración de terceros países, generalemente países subdesarrollados donde las mafias que explotan a menores campan a sus anchas”.

A los defensores de Internet tampoco les falta razón cuando defienden la sensibilidad de la comunidad on line ante cualquier delito digital en un breve espacio de tiempo, “cosa que en el ‘mundo real’ y con delitos ‘reales’ sucede en muy pocos casos”.

Frente a la satanización de Internet como “nido de males”, es preciso actuar en la educación fuera de la red, aunque también en su seno. Quizá sólo de este modo, peligros como el ciberbullying se vean reducidos.

Fuente: mangasverdes.es

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