En los últimos años, el defensor del menor de Aragón viene percibiendo una creciente preocupación de la sociedad por el aumento de la conflictividad en el ámbito escolar, en general, y el acoso entre menores, en particular. Según el Informe del defensor, a las formas tradicionales de acoso verbal, físico y psicológico, se suma el ciberbullying, el llevado a cabo a través de la red, el teléfono móvil o los juegos on line.

En cuanto a las posibles causas del aumento del acoso escolar, el Informe destaca la trivialización de la violencia, en parte debido a una exposición constante a contenidos violentos a través de la televisión, los videojuegos, Internet, etc.; cambios sociales acompañados de pérdida de valores como el respeto a los demás, la autodisciplina o la satisfacción por el trabajo bien hecho; intolerancia a la frustración y, en algunos casos, patologías mentales que se manifiestan a través de conductas violentas.

el retrato del acosado es el de un menor débil, con escasa autoestima, indefenso, introvertido e inseguro. Estas características refuerzan la necesidad de evitar el aislamiento del menor mediante su integración, por ejemplo, en deportes de equipo. Por otro lado, los acosadores suelen ser alumnos conflictivos, dominantes y agresivos. Con frecuencia, han sido víctimas de malos tratos o han crecido en un ambiente hostil con falta de cariño. En contra de lo que pudiera parecer, también son inseguros y por eso buscan aliados que les consideren líderes.

La lucha contra el acoso requiere la “implicación de toda la comunidad educativa y su implantación en las primeras etapas de la enseñanza”. El primer paso es una apuesta clara por la educación de los alumnos en valores cívicos y éticos, en el respeto a las normas de convivencia y en la tolerancia cero a la violencia, tarea que según el defensor del menor, implica a las familias. También es necesaria una adecuada formación del profesorado para que pueda actuar ante situaciones de riesgo, así como reforzar su autoridad en la labor ordinaria. En cuanto a la Administración educativa, y sin vulnerar el derecho a la elección de centro, debe procurar que no se concentre en un mismo colegio un elevado número de alumnos conflictivos.

En este sentido, el Informe sugiere potenciar las escuelas de padres y desarrollar campañas de concienciación y también sobre los riesgos del uso indiscriminado de videojuegos e Internet.

¿Cómo actuar ante una situación conflictiva? El Informe destaca la necesidad de dar una respuesta inmediata, ya que la demora de las sanciones hace que pierdan efectividad y que exista coordinación entre Administración, profesores y dirección del centro en la decisión o sanción que deba adoptarse. También sugiere modificar el régimen de sanciones y que en lugar de expulsar al alumno conflictivo del centro se le imponga una mayor permanencia en el mismo. En último extremo, el Justicia propone estudiar el cambio de centro del alumno del agresor o agresores con el fin de dispersar al grupo de alumnos violentos y evitar una doble victimización del menor agredido.

Fuente: Radio Huesca

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